10 de abril de 2025

Ganit Goldstein: Redefiniendo el diseño

Imagen de el detalle del diseño paramétrico en la moda

Desde Jerusalén al MIT, pasando por Tokio, esta joven pionera transforma los hilos de la tradición en códigos de un futuro más humano y más sustentable.

En un rincón del mundo textil, donde la aguja solía mandar en silencio, una nueva revolución se imprime, capa por capa, sin hilo ni aguja. Ganit Goldstein, diseñadora israelí y referente emergente en la moda computacional, está abriendo senderos entre la tecnología y la artesanía. Y lo hace con la misma soltura con la que se mezclan los patrones de un tejido IKAT tradicional, pero con la precisión quirúrgica de una impresora 3D.

Goldstein no es una diseñadora más. Es una arquitecta de superficies, una hacker Textil, una orfebre del futuro. Su lenguaje es híbrido, y su herramienta favorita no es solo el telar: también lo son los softwares CAD, los motores de escaneo corporal y las partículas de polímero biodegradable que, impresas con inteligencia, se transforman en zapatos, vestidos y armaduras estéticas del siglo XXI.

Imagen de los modelos realizados por la diseñadora Ganit Goldstein

Una carrera tejida en alta definición

Licenciada con honores en la Academia de Artes y Diseño Bezalel de Jerusalén, especializada en moda y joyería, Ganit forjó su mirada entre la tradición mediterránea y las influencias orientales que absorbió durante su paso por la Universidad de las Artes de Tokio. Allí se sumergió en el tejido IKAT, una técnica ancestral japonesa que implicaba teñir los hilos antes de tejerlos. Pero lo que la impulsó no fue solo el color: fue la pregunta por el futuro.

De regreso a Israel, se puso a trabajar. No en un taller convencional, sino en un laboratorio, combinando el software arquitectónico paramétrico, una impresora 3D Original Prusa i3 Mk3, y un escáner corporal Intel RealSense para diseñar prendas que no solo fueran estéticas, sino inteligentes, personalizadas, y ecológicamente responsables.

A los 26 años, ya había creado “Entre Capas”, una colección de siete conjuntos y seis pares de zapatos que fue exhibida en competencias internacionales como los Premios Redress 2018 en Hong Kong (donde obtuvo el segundo puesto), y el concurso “Artes de la Moda” en San Francisco. En cada evento, sus piezas se distinguieron por no repetir fórmulas, sino por proponer nuevas preguntas: ¿Cómo se viste un cuerpo cuando se imprime con datos en lugar de telas? ¿Cómo se diseña para alguien que todavía no existe, pero que ya pide otro tipo de moda?

Imagen que muestra el detalle del zapato

Textiles que piensan: el diseño como sistema inteligente

Goldstein no se queda en lo estético. Su trabajo se articula con un enfoque interdisciplinario: moda, ciencia, artesanía, inteligencia artificial. Actualmente cursa el prestigioso SMArchS en Computación en el MIT, uno de los programas más avanzados en diseño digital del planeta, mientras trabaja como Asistente de Investigación en el Self-Assembly Lab, explorando sistemas textiles autoensamblables. Antes, fue parte del MIT Media Lab, en el grupo de Medios Tangibles.

Lo que ella desarrolla no son simples prendas. Son textiles programables, es decir: materiales que pueden cambiar, adaptarse, reaccionar o integrarse a sistemas mayores.

Con los conocimientos adquiridos trabajando con Stratasys, me he dado cuenta de que la impresión 3D se está convirtiendo cada vez más en una parte integral del diseño gracias a la libertad única que ofrece, afirma. La impresión 3D no sólo acelera el proceso de diseño y permite reducir los costes de producción, sino que también ofrece a los diseñadores total libertad de diseño.

Por ejemplo: encajes impresos en 3D con nanopartículas, creados en conjunto con el Instituto de Química Aplicada Casali de la Universidad Hebrea. O materiales basados en TPU biodegradable, derivados de recursos renovables como el maíz o la caña de azúcar, que permiten una impresión sin excedentes, cero desperdicio, y máxima adaptabilidad.

Y mientras otros diseñadores apenas comienzan a digitalizar patrones, ella ya habla de moda viviente, de biotextiles adaptativos, y de objetos que se comunican entre sí como si fueran organismos.

Imagen que enseña la variedad de diseños realizados por la diseñadora Ganit Goldstein

El arte de imprimir sin destruir

Entre sus obsesiones está la sostenibilidad, pero sin caer en clichés. “La tecnología impresa en 3D tiene un efecto sustentable porque imprimes solo lo que necesitás, sin generar desperdicio”, explica Goldstein. No es un concepto vacío: es una declaración de principios. Su objetivo es desarrollar prendas que no solo se adapten al cuerpo, sino también al planeta.

En tiempos donde las casas se renuevan, las cocinas se rediseñan y los placares se re imaginan, pensar en ropa personalizada no es un lujo: es un nuevo estándar. En ese sentido, el trabajo de Ganit resuena tanto en una diseñadora profesional como en esa ama de casa apasionada por la decoración y el diseño de interiores, que busca entender hacia dónde va el mundo, qué hay más allá del fast fashion y cómo vestirnos puede ser también una forma de vivir más conscientes.

Lo que Adidas y las grandes marcas deben ver

Este no es solo un perfil sobre una joven promesa. Es también una advertencia. La industria de la moda —y por qué no, marcas como Adidas— deben mirar con atención a estas nuevas formas de creación. Porque lo que propone Ganit no es solo una moda bella: es una moda medible, imprimible, escalable y, sobre todo, ética.

Una alianza con una mente como la suya podría dar lugar a una nueva línea de productos que rompan las barreras entre el deporte, el cuidado ambiental y la identidad personalizada. Imaginemos zapatillas que se imprima a medida, que se biodegrade luego de su ciclo de uso, o que dialoguen con nuestro cuerpo para prevenir lesiones o mejorar la performance.

¿Es posible? Con diseñadoras como Ganit Goldstein, la respuesta no solo es sí: es ahora.

Imagen que enseña de vista lateral su acabado y determinación con un diseño audaz

Formación para el futuro: donde aprender todo esto

Si este tipo de diseño te emociona, si te gustaría entender cómo funcionan estos materiales, o incluso aprender a crearlos, existen espacios como Generative Ways, un instituto que forma profesionales en diseño algorítmico, fabricación digital y realidad virtual. Desde los fundamentos del software hasta metodologías avanzadas de creación, se trata de una comunidad que, al igual que Ganit, mezcla saberes antiguos y tecnologías emergentes para construir una nueva manera de diseñar.

SEED, por su parte, traduce esta lógica de diseño algorítmico y fabricación avanzada a nuevas materialidades y superficies inteligentes. Su trabajo toma el pulso a las mismas preguntas que plantea Goldstein: ¿cómo diseñar para un cuerpo, un espacio o una experiencia que todavía no existen, pero que ya reclaman una estética y una ética distintas?

El trabajo de Ganit Goldstein no sólo amplía el horizonte de lo posible en la moda y el diseño computacional, sino que redefine la manera en que entendemos el acto de crear. En un mundo saturado de objetos replicables, su obra introduce una nueva sensibilidad: la de lo único, lo preciso, lo necesario.

Wenas que tal, vengo a molestar :D

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